En el año 1925, Albert Einstein, miembro de la academia Prusiana de Ciencias, fue invitado por la Sociedad Hebraica y la Universidad de Buenos Aires a visitar el país, aribando a Buenos Aires el 25 de marzo de 1925.
El día sábado 11 de abril, Einstein abordó vagones especiales del tren nocturno a Córdoba. Inmediatamente después de su llegada, las autoridades universitarias y provinciales lo invitaron a dar un paseo por las sierras, visitando luego el Lago San Roque para terminar almorzando en el Edén Hotel de La Falda.
Para su regreso de Córdoba a Buenos Aires, eligió hacer un viaje diurno, partiendo de Córdoba a las 6:45 de la mañana del día martes 14 para, por lo menos, poder ver el sur de esa provincia y parte de Santa Fe.
De los dos días que estuvo en Córdoba uno lo gasto en la visita al reducto Prusiano de La Falda, por caminos de tierra y de montaña que con seguridad dejo agotados a los viajeros y el otro para dar una conferencia de treinta minutos en la ciudad de Córdoba.
Creo que para Einstein la visita a la Provincia de Córdoba, tenía como fin exclusivo y excluyente el Edén Hotel de La Falda, donde debía depositar su diosa inspiradora.
Es conocido que a partir del año 1925 nada o poco pudo agregar Eisntein al desarrollo de la ciencia, que atribuyo a la pérdia de su musa Urania en el parque del Eden Hotel, que he revisado minuciosamente por cuanto se encuentra a trescientos metros de mi vivienda.
No la he podido ver, pero ocurre que en ocasiones me parece percibir su aleteo en las inmediaciones de mi residencia.
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