LA SUECIA CARTECIANA Y ALGO ARGENTINA

Lo que diré a continuación sorprenderá a mas de uno, y en especial a los suecos, a quien está dirigido.

El rey de Suecia, visitó al menos por mi conocido, en dos oportunidades, Ascoshinga, una región muy cercana a mi domicilio,  ciertamente de valor para los argentinos por cuanto un gran presidente gobernó desde allí durante sus largas vacaciones en su estancia La Paz, en las inmediaciones de las estancias que las orden de la Compañía de Jesús fundara con la colonización española, estancias hoy declaradas patrimonio de la Humanidad.

Esto  despertó mi curiosidad, (todavía sin respuesta) de procurar entender que veía  un rey Escandinavo, en esa región  donde nunca nieva, con  accidentes geográficos menores, y lo mas aproximado fuera tal vez, que a partir  del conocimiento que de Argentina tenía el Rey  por influjo de su esposa que trabajo como empleada en la embajada Argentina de Alemania,  buscara respirar la misma atmósfera del hombre de estado que la habitara.

Pero al enigma señalado agrego otros dos, a partir de la sorprendente identidad política de Suecia, enclavada entre  los países escandinavos, tenga un perfil distintivo tan marcado con el resto.

La primera de ellas, es el origen francés de la dinastía.

La segunda, es el premio a las ciencias en las distintas características que anualmente  otorga.

En mi carácter de "semiólogo serrano" de la periferia cordobesa procuro resolverlo y así:

Ambos aspectos los vinculo en los restos "fantásticos" de Rene Cartesius (Descartes)  uno de los hombres mas destacados de la revolución científica, asesor por un corto tiempo de la reina Cristina, tan corto que hasta pareciera que su traslado tenía por objetivo encontrar el lugar donde morir,  el 11 de febrero de 1650 en Estocolmo.



Acaso sea Descartes  el germen francés de la dinastía y factotum de la inclinación científica de Suecia.


Con la princesa Victoria, heredera del trono, se abandonará a Francia, cambiará la linea hacia Brasil origen femenino de la madre que se continuará en su hija, en cuanto a ciencia es posible se incorpore el área gimnásticas, tal la profesión del príncipe consorte Daniel Westling que ya incorporó  el Bernadotte a su apellido.

ETERNO FEMENINO V

Anteriormente no hemos ocupado de las mujeres de conformidad a sus aptitudes, en particular como jefas de estado o aspirantes, también como compañeras de futbolistas pero ha quedado pendiente una categoría que se ha hecho notoria en estos últimos tiempos en Argentina, las Mostrencas, que son aquellas mujeres libres, sin dueño, capaces de mostrar y ser mostradas, que otros denominan gatos.

La abundancia en el consumo de carne en la Argentina, tiene sus antecedentes en el ganado mostrenco, aquel que se disemino por la llanura, ante la falta de corrales para contenerlos y  que se fue reproduciendo en libertad por la falta de predadores que lo atacaran.


La imagen fue tomada en oportunidad del casamiento de un político con una Mostrenca.

Las mostrencas que no tienen casa ni hogar, ni señor o amo conocido, que no fueron cazadas si bien alguna si casadas que salen para re casarse y felizmente lo logran de manera de otorgar un atractivo adicional a este momento de la sociedad .



La imagen corresponde a las modelos de Victoria Secret, conjunto que haría palidecer a la misma Afrodita surgida de la espuma del mar, tal la etimología del nombre de la diosa de las mostrencas.

Todas ofrecen en sus curriculum,  la grabación de algún tape caliente, donde muestran sus exuberantes cualidades curriculares,  hablar afectado, robustas lolas (pechos entre los argentinos)  prominente cola, labios abultados, mirada gatuna, pelo largo e inteligencia viva.

Es grandioso ver a los políticos rendirse al atractivo, al menos así parecer, se prestan a los corrillos de los programas livianos de televisión alimentando con dichos y entredichos, triángulos amorosos que les sirven para generar adhesión de las clases sociales menores o para ocultar su inclinación sexual desviada, que cada día interpretan, un capítulo de la novela vivida sin texto previo.

Por tanto, y mientras tanto crecen las parejas de políticos, ¡¡vivan!! nuestras adorables MOSTRENCAS que nos divierten y alegran la vida.


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QUE SE MUERAN LOS VIEJOS

En genio nace el sabio se hace. El sabio no teme morir, casi  espera la muerte con gran curiosidad.

Muchos años y gran sacrificio exige alcanzar el estadio de sabio, acumulación de estudio y experiencia, con dudas metódicas a los largo de toda la vida.

Un sabio no puede serlo sin templanza y acumulación de años,  en estado de lucidez mental y equilibrio emocional, por tanto para ser sabio hay que ser viejo.

Quien transciendo los dos a la sexta años, es decir los 64 años de edad, y mira hacia atrás verá de cuando adolecía,se verá cuan adolescente era, y no me refiero para ejercer el poder, que cualquiera fuere el nivel intelectual lo hará antes por intuición que por conocimiento, sino para  aportar con sus dichos y hechos valores a la sociedad.

Un amigo con quien he gastado largas horas de conversaciones, de mas de setenta años, me lo decía casi a diario "El progreso de la humanidad se debe a los pocos sabios que en el mundo han sido", aclaro, que no sentía sabio y por lo tanto no se refería a su persona.

En nuestro medio tenemos dos jueces cargados de años, uno de 75 años que se acogió a la jubilación que a mi criterio todavía no dejo de ser adolescente, mientras otro de 96 años que luce como un sabio a quien hay que cuidar.

Curiosamente el inmaduro goza de mayor aprobación de la sociedad, que el mayor, a quien se lo acusa de "viejo", no he escuchado ninguna otra recriminación que no fuera la edad y quedo abierto a la información que corrija mi punto de vista.

Los jueces debieran ser personas mayores de sesenta años, para los mas jóvenes hay espacio en diferentes estadios de los juzgados para hacer el cursus honorum, yo tuve un padre muy joven pero viví algunos años cerca de mi abuelo, de quien guardo las principales  enseñanzas, tal se debiera repetir en los estrados judiciales a partir de los jueces mayores.

Observo con curiosidad, que en USA, hay candidatos presidenciales que superan los 67 años de edad a la que se consideraba extrema cuando alcanzó la presidencia Reagan.