Cuando todos esperábamos el romance con Harry se la arrebató Jack, y el pobre hermanísimo no le quedo otra alternativa que cruzar el Atlántico para recostarse en los experimentados brazos de Kendall.
Pippa que sonríe con los ojos y con expresión facial que no teme a las arrugas regaló al universo las cientos de fotos que inundaron los tabloit, revistas y diarios sábana del mundo, con un vestido de inigualable factura, con pechos bien cubiertos y sensuales brazos libres.

La Falda que tiene una calle Pappo, podrías muy bien designar a otra Pippa