En el mundo existen en principio tres economías, en primer lugar la economía tradicional, a la que llamaremos transparente, de la que participan los empresarios dentro de los parámetros de honestidad que rigen el mercado mundial, en segundo lugar la economía oculta, que canaliza los capitales emergentes de la corrupción, que según reciente informaciones de la comisión de la UE, sólo en Europa asciende a la suma de euros 120.000.000 anuales y en tercer lugar la economía ocultísima que se nutre de los recursos procedentes de la producción de drogas y su comercialización.
De la primera se ocupan los economistas con fruición a diario, nada me será posible agregar a ello.
En cuanto a la segunda, si bien es posible presumir, difícil es precisar desde la planicie argentina hacia adonde se canaliza semejante cantidad de dinero, aportado por todos los funcionarios del globo procedente de los retornos, encausados en circuito oculto, tanto para los estados donde se originan como para los miembros de la sociedad y hasta de la familia de los inversores.
Hasta hace un tiempo, no se en la actualidad, el sueño de todo funcionario argentino era tener una cuenta con un millón de dólares en el exterior.
Cuanto se recupera, no lo se, muchos mueren antes de hacerlo conocer a sus posibles herederos, otros lo depositan en instituciones insolventes, que desaparecen mágicamente y mal puede reclamarlo quien no puede hacerlo público.
En cuanto al dinero procedente de la comercialización de estupefacientes, con un mercado que hace unos años se decía asciendía a 500.000.000 millones de dólares anuales, poco y nada es posible saber, entiendo que detrás de ellos deben operar encumbradas entidades comerciales del mundo.
En otros tiempo el excedente de población se eliminaba con las guerras, ahora se ha creado un sistema lucrativo, se paga para morir lentamente.
Devuelto al sistema, el dinero no reconoce antecedentes, y es el motor de grandes emprendimientos, a partir de recursos baratos, se ha generado el grandioso desarrollo del mundo de los últimos tiempos.
Dejo al lector en la libertad de evaluar los hechos, simplemente me he ajustado a su descripción.
Agrego como un plus el poema de Quevedo, antes por la calidad de la obra que por estar tan relacionado con el tema
lunes, febrero 03, 2014
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