El cine ilustra, de tal forma muchos jefes de estado reciben instrucción a partir de películas, así aquí como allá, y hasta copian estilos y actitudes de otros que le precedieron en tiempo y lugar, claro aquellos terminaron bien pero ésta mal.
Los grandes hombres viven mas allá de sus vidas, lo importante es su obra, los pequeños incluyo las pequeñas viven sólo en función de sus vidas, para ellos la existencia pasa en razón de lo que les ocurre y le cuentan.
Los grandes hombres desaparecen detrás de la escena los pequeños son la escena, me refiero a los que deciden, los otros sólo cumplen el papel que se les ordena.
En general los pequeños incapaces de diagramar un programa se le hace sentir creadores de lo que subrepticiamente se les prepara a partir de asesores, películas, diarios y revistas, mediante un inteligente programa de inducción indirecta que explota sus fobias y placeres.
Los primeros obedecen a los dioses los otros a su yo, engordado en forma lateral, aveces por aquellos que lucen como los mas sumisos y obedientes.
El cine ilustra cuando se ocupa de la historia, por supuesta si es ajustado a los hechos tal como ocurrieron, pero desinforma y confunde si no los respeta, últimamente me toco ver algunas películas que tergiversan la historia.
Es común que directores comunes hagan cine a partir de las miserias cotidianas, muestran lo repugnante, aquello que carcome el espíritu, lo que no debiera ser, como habitual y propio, lo grave es que se realiza con subsidios del estado.
Me he detenido en las obras de Shaskespeare, y no me cabe duda que tal como dicen, alguien del mas alto nivel del estado le acercaba parte del libreto ilustrado en cada obra, porque detrás de lo grandioso y trascendente, aparece lo simple y vulgar, como si uno y otro no fuera obra de la misma mano, tal debiera realizarse hoy antes de entregar los subsidios.
El cine deleita cuando muestra lo que es imposible en la vida real, por ejemplo que los patos hablen, y que al mismo tiempo entreguen mensajes criptados reveladores de los invisible.
