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sábado, abril 23, 2011

DE MI LIBRO CUENTOS DE MI ABUELO

Cuento 8.- Hijo’e tuerto

Tremenda fama tenía entre la comunidad la fiereza el guerrillero apodado “Hijo’e Tuerto”, en los pueblos de la comarca se contaban sus hazañas, y se lo describía con las características físicas hercúleas propias de un superhombre de portentosa estampa, resistencia al sueño, a las largas jornadas de tránsito, a la sed y al hambre, sobre todo a lo último que era endémico en su vida.

Sobre el hambre hijo’e tuerto estaba en condiciones de escribir el mas profuso de los manuales, y casualmente el hambre hace que ese día en solitario se acerque a un campesino de la región a solicitarle un cordero para él y su gente, pedido que es rechazado de plano por el productor.

Envueltos en un mar de lágrimas por la humillación sufrida, se guarda en una gruta que sólo él conocía, recinto propio de Polifemo, imagen de su padre el tuerto, y regañaba a él y a los dioses del ultramundo su cruel destino de haber sido destinado a una tarea desde ya perdida en un territorio careciente de alimentos.

Porque oh dioses de las profundidades no me destinaste como guerrillero a la Pampa Argentina donde el ganado bovino mostrenco, y por tanto sin dueño, recorre errante el amplio suelo y sirve de alimento al gaucho cuando hambriento lo sacrifica y toma sólo el matambre, dejando la totalidad de la res para servir a los caranchos.

Cabizbajo, doliente y meditabundo, regresa a su cuartel y elige a los dos hombres de mayor contextura física a los que encarga la misión de volver sobre el mismo productor a solicitar de parte de Hijo’e Tuerto un cordero para su gente.

Ante la presentación, son recibidos los enviados con especial acogida, entrega ante el pedido no uno sino dos corderos, y expresa que se ponía a disposición de Hijo’e Tuerto tantas veces como lo solicite, y en modo alguno estaba DISPUESTO A SER USADO, tal como un pretendido minúsculo personaje de dimensiones propias de un liliputiense como el que el día anterior se había presentado a solicitarle un cordero invocando ese nombre.

Tuve que actuar con violencia expulsando al mentiroso, dijo, por lo que les solicito traten de localizar al impostor que valiéndose de su fama atenta contra la grandiosa y nunca suficientemente ponderada figura de nuestro héroe.

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