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viernes, marzo 08, 2013

EL PODER DEL CAPRICHO Y EL DESTINO DEL REDENTOR

El poder del capricho o el capricho al poder, tal los poderosos se impusieron a partir de una determinación arbitraria a la visión de terceros que considera toma por puro antojo.

El caprichoso es inestable e irregular, antojadizo, arbitrario, extravagante, fantasioso e injusto, maniático que formula sus pretensiones con vehemencia y mal trato y alcanza el éxtasis pasajero al ver cumplidas sus demandas.

Es notable como las potencias etéreas responden al caprichoso al darle el triunfo a despecho de los que no consideran viable sus decisorios, es en consecuencia el capricho uno de los principales fundamentos del poder, al lograr quebrar las construcciones dialécticas de los influyentes que pretenden orientar las decisiones hacia sus propios intereses.

El capricho es generador de genuflexión, y por tanto sometimiento, pero como dijera André Maurois " Los caprichos pueden ser perdonados, pero es un crimen despertar una pasión duradera para satisfacer un capricho. " Mientras Abraham Lincoln dice “" Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer a todos los que le siguen. " Aclaro que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Los redentores pretenden torcer el destino de los hombres, generalmente acusan a los de mejor posición como responsables de los desposeídos, mientras muestran compasión por unos agreden a los otros.

Exhiben un desconocimiento de las leyes del destino, y de que la igualdad no es posible entre las personas, cada uno está llamado a ejercer un rol, y desde que nace hasta que muere a ese destino está atado.

Si es cierto es mandato universal desterrar la pobreza extrema, y en esa dirección está encaminado el mundo, otra cosa es exaltar el sufrimiento de los más necesitados y montarse sobre ellos a los fines políticos.

Ni siquiera los mismos dioses pueden cambiar el hado de los hombres, cuanto más limitación enfrentará el mortal que lo intente.

Todos los redentores transitan el mismo sendero y casi siempre el mismo fin, una cruz le espera al final de su camino pero algunos se convierten en seres de culto.

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