El derecho natural postula la existencia de derechos del hombre (hoy debiéramos decir el derecho de ellos y ellas) fundados en la naturaleza humana, universales, anteriores y superiores (o independientes) al ordenamiento jurídico positivo.
Suzana Herculano Houzel, neurocientífica del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil señaló: “Mucho más que el dominio del fuego, lo que verdaderamente hizo que nos convirtiéramos en humanos fue el uso del fuego para cocinar.
Se ha creado un nuevo concepto del derecho natural, el de derechos humanos, el derecho natural incorporado al derecho positivo a medida de los humanos, para que estos lo comprendan y además se sientan acogidos.
Resultan grandiosas las nuevas técnicas humanas de decorado corporal, sonoros aretes colgados de las orejas, la nariz, clavos que atraviesan labios, filigranas multicolores tatuadas en todo el cuerpo que permiten lucir ese majestuoso aspecto de ofidio.
Los derechos humanos son el paralelo de la ley que establece la protección de los animales, creada por el presidente Sarmiento, pero para bípedos.
Los inhumanos no necesitan una legislación especial, aspiran a la descomposición con miras a atravesar el espejo mientras los humanos persiguen inmortalizarse con cuerpo atómico.
Sorprende ver humanos en funciones propias de inhumanos, como plantígrados aplastados sobre la tierra, los bienes, los placeres, los aplausos y a distancia del conocimiento, lo único propio.
Determinar cuanta humanidad tiene una persona, o cuanto de persona tiene un humano, es el dilema.
"To be or not to be thats is de question", si bien se presume que todos quieren trascender, y tal lo señala el soliloquio, al futuro temen, por cuanto no saben que ha de venir.
En cambio, encumbrados visionarios aspirarían antes a la disolución definitiva que a la continuidad en el otro medio, sabedores de las dificultades y sufrimiento que espera el próximo estado, en el fatigoso camino de peldaños de la escalera al cielo.
Sorprende el entronizado de próceres que son aclamados como personajes de culto, que a su tiempo fueron desconsiderados, lo que impone la pregunta, para quien es el bronce, para quien el mármol, para quien el aire, acaso los prohombres que lucen hieráticos en frías estatuas fueron corporizados como una representación de lo que fueron.
jueves, noviembre 29, 2012
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