Nada de lo vivido, carece de sentido. Todo, es parte de su futuro, lo saben y lo analizan.
No siempre a los grandes estadistas les toca hacer el bien, aveces hacen el mal o ambas en partes iguales, mientras sirven a unos persiguen a otros.
Pareciera que el tiempo de los semidioses ha pasado, ahora con los simples humanos alcanza, por tanto no debe sorprender la preocupación por los derechos humanos que son los grandes hombres de estado y no a los hombres de estado, o mujeres de estado como vemos últimamente apoltronadas en estado vario, donde en muchos casos apenas son un mascarón de proa.
Pareciera que el tiempo de los semidioses ha pasado, ahora con los simples humanos alcanza, por tanto no debe sorprender la preocupación por los derechos humanos que son los grandes hombres de estado y no a los hombres de estado, o mujeres de estado como vemos últimamente apoltronadas en estado vario, donde en muchos casos apenas son un mascarón de proa.
Estos de vuelo bajo y pensamiento corto se los ve errar y explicar con infantil razonamiento, en colectivo no entendieron a Honduras, o Paraguay, no percibieron que el ex sacerdote se llamaba a retiro por propia voluntad y digitaba su sucesión, o en Venezuela, un presidente elegido casualmente con astucia por anterior mandatario por que no podía serlo, que ya se cae de a pedazos y se los respalda en masa.
Mientras se promueve la democracia, se objeta el referéndum de Crimea, mientras la Monarquía Inglesa lo defienden en Malvinas lo condena en Crimea y la democrática Europa lo impugna en Barcelona y Escocia.
Festejan a destajo cuando acceden al cargo, ¡¡vieron llegué!! dicen, lo grave que tal como tengo dicho antes de ahora, la sociedad se ordena por reflejo a partir de la cabeza y no hay forma de torcerlo.
Mientras se espera, lo mejor está por venir, mas allá de algunos ejercicios bélicos se está viviendo la mejor época de la humanidad, por ahora en privado, el desafío es hacerlo público.