Soy nieto de un fabricante tanto de telas como de corbatas, actividad que desarrollaba antes de trasladarse con familia incluida a La Falda, con la confesa y mayúscula intención de construir un pueblo con su descendencia.
Ergo, tal vez traigo el tema de las corbatas en mis genes, y me convoca la evidencia al ver a políticos que se precian de "progresistas" abandonan su uso de forma tal de poner en evidencia que sus posiciones se encuentran alineadas con el desorden que muestran con el desuso.
Es perfectamente aceptable en el presidente de Ecuador que usa una camisa de excelente factura que no permite incorporar nada al atuendo, otro tanto el presidente de Bolivia, con modelo Aymara, que no acepta el atavío.
Es perfectamente ridículo que aquellos que utilizan camisas para corbata, se exhiban con el cuello desprendido tal viera en una imagen reciente al presidente de Uruguay con traje y chaleco pero a cogote pelado,
Los que evidencian la mayor contradicción son los persas, que se proclaman arios y abrazan y difunden la religión de los semitas y se presentan barbados desalineados a la usanza árabe renegando de la histórica rizada y por supuesto cuello duro sin corbata.
Invito a los presidentes y mandatarios del mundo que cuando realicen reuniones internacionales, no hagan el ridículo espectáculo de mostrarse en los paseos sin saco y con las mismas camisas de cuello para corbata, poco espacio ocupa una muda de ropa de sport.
jueves, junio 25, 2015
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario