He tenido la oportunidad de conocer dos jetones (que son aquellos que tienen la virtud de tener la jeta grande), el Jetón L.... que era un abogado amigo personal, hábil jugador de rugby, y el jetón S..., amante de la señora del gallego F...
Entre lo argentinos tenemos dos tratamientos distintos para los españoles, cuando decimos el gallego nos estamos refiriendo simplemente al español, el equivalente de sudaca para los españoles es gallego de ....
Por tanto en este caso el gallego era una persona, alegre, trabajadora, que no reconocía imputación alguna como ciudadano respetable de este pueblo, lo que ocurría era que su esposa mantenía una relación pública y condenada por la totalidad del pueblo con el Jetón S...
Lo mas grave que ambos coincidían todas las tardes en el Club La Falda, el gallego siempre alegre jugando su partida de Casín -pertenecía a la tercera categoría, que era la última- y alegre festejaba sus desaciertos, otorgándole al juego el sabor delicioso del error permanente.
En el otro extremo el Jetón, tahúr malicioso, solterón empedernido, jugaba a las cartas mientras el elenco estable de club contemplaba a uno y otro con la malicia típica de los hombres de pueblo.
Un día el maleficio se rompió, porque el Jetón abandonó a la amante, quien exhibía en la puerta de su comercio la expresión típica de la despechada, cara de sepulcro, muerta en vida.
La soledad alcanzó también al Jetón, porque tampoco se le conoció pareja en los próximos cuarenta años, como si la relación le hubiese disecado los recursos.
El gallego partió a mejor vida, al mas allá y ella que no pudo soportar la soledad marcho al destierro.
martes, octubre 04, 2011
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