La picardía llega a su fin, no habrá lugar para la mentira.
Llega el tiempo de la verdad, fin de los dobleces, ya no se podrá decir lo que quiere escuchar el interlocutor, la palabra deberá expresar lo que se piensa y se deberá pensar lo que corresponde.
Es el tiempo y el lugar para los hombres transparentes, aquellos que con sus miradas expresen la sinceridad de lo que dicen, porque se leerán sus mentes.
El más mínimo desliz en el pensamiento será detectado, y no tiene retorno, tarea difícil será el aprendizaje, pero es el camino hacia el mundo de los dioses, entre los cuales no necesitan hablar por cuanto entre sí se leen sus pensamientos.
No sé cuántos han tenido la experiencia de que los hechos le contestan a su pensamiento por un lado y a sus dichos por el otro, se sabe que los hechos responden a los dichos de los gobernantes, mientras la realidad se alinea a su pensamiento.
Es posible se encuentre equivalencia con alguna doctrina religiosa que ya desde antiguo señala lo mismo, que no cito por cuanto trato de evitar la apología, pero ciertamente esto ya había dicho, ahora pasa a la ejecución terrena.
Por tanto, a prepararse, porque no es nada fácil, exige una gimnasia especial y estamos a la puerta del sistema, ciertamente los papelones estarán a la orden del día en aquellos desprevenidos.
Llegaran los teléfonos que no sólo transmitirán el verbo sino también el pensamiento a distancia.
jueves, febrero 28, 2013
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario