El gobierno Argentino ha incorporado recientemente un subsidio que se otorga a los padres que carecen de ingresos fijos por cada hijo una suma equivalente a setenta dólares americanos y se abona hasta un máximo de cinco hijos, por el sexto ya no percibe suma alguna.
Pero subsidiariamente se le otorga un subsidio de por vida a la madre que ha tenido siete o mas hijos.
Se vive en la actualidad en el país una costumbre generalizada donde el matrimonio formal ha caído en desuso, las parejas se "juntan" hasta que se "desjuntan" si se me permite el neologismo.
Ante el matrimonio de hecho, para anotar a los hijos las madres pueden hacerlo sin el concurso del padre, mientras el padre necesita ser acompañada por la madre.
Ergo, las madres no dejan que sus parejas reconozcan a los hijos, primero por cuanto si el padre tiene trabajo van a perder la asignación y en segundo lugar cobrar ellas el subsidio.
Sin duda las madres han ganado una seguridad impensada en el pasado, se percibe en ellas la actitud propia de quien cuenta con respaldo, pobres pero con la posibilidad de acceso a lo mínimo.
Así en estos momentos se produce una proliferación grandiosa de población infantil de hijos sin padre y sin familia, la promiscuidad campea en los suburbios, los embarazos de las chicas jóvenes de padres circunstanciales son recibidos con alborozo, desde que van a poder acceder al subsidio.
viernes, enero 20, 2012
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