Volvíamos al hotel después de hacer shopping en el centro de Praga, se
desato la lluvia, no podíamos movernos de donde estábamos, justo frente a la
puerta de una pizzería al paso, con una sola mesa, tipo parados con banquetas
altas, ya ocupada por tres personas, de aspecto ruso, robusto el hombre,
mucho mas las dos mujeres.
Cuando llegó nuestra pizza, nos colocamos en un rinconcito de la mesa,
los otros ocupantes extremadamente educados, inmediatamente cedieron espacio apiñándose
en el otro extremo, conmovido por su predisposición, tomo dos porciones y las
coloco en un plato, (debieron ser tres pero el tamaño no daba para más)
invitándolos a servirse, "los Argentinos compartimos así" les dije en
español, e insistí con gestos aceptaran el ofrecimiento.
El hombre algo avergonzado no comió, pero ambas mujeres primero
con dudas lo hicieron con fruición como era mi deseo y agradecidas pusieron de
manifiesto haberlas hecho participar del ágape.
Ese día habíamos estado analizando con Walter, el escape de Chernobyl y como si el encuentro hubiese estado relacionado, al despedirse me señalaron con una larga frase, de la que extraje
solamente Ucrania, por lo que comprendí su país de origen, imposible
entenderse, si fuera posible quizá me hubieran adelantado que en Kiev, España ganaría la Euro Copa aplastando a
Italia.
Como siempre que llovió paró, nos volvimos a cruzar al poco rato, ahora con sonrisas de ambas partes, lo que me permitió decirles auto señalándome, yo Lev, como se dice León en ruso, no lo sé en Ucraniano, creo lo entendieron.
domingo, julio 01, 2012
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