Los Miserables es mucho mas que los personajes, que Paris sus barricadas y sus cloacas, que Waterloo y sus muertos, que el romanticismo y el sufrimiento, los Miserables es un extracto, compuesto a partir de la inteligencia del escritor, de su erudición y del material enciclopédico de formación de la humanidad con los que construye metáforas adaptadas a su tiempo y para la posteridad.
Ciertamente sus años de ostracismo al que fue sometido con el advenimiento de Napoleón III, le permitieron acrecentar sus conocimientos, es notoria la diferencia entre su obra Nuestra Señora de París, de 1832 y Los Miserables de 1862.
Los Miserables es un libro, para ser visto con el pensamiento antes que con los ojos, es piedra basal de la literatura, enfrenta la grandiosidad literaria con la mísera existencia de los protagonistas.
Hoy el mundo se ha propuesto terminar con la pobreza extrema, Víctor Hugo en 9 de julio de 1849, pronuncio el siguiente discurso ante la Asamblea Legislativa, parte del cual transcribo:
Yo no soy, señores, de los que creemos que podemos eliminar el sufrimiento en este mundo, el sufrimiento es una ley divina, pero yo soy de los que piensan y dicen que pueden destruir la miseria.
Marquen ustedes, señores, no digo disminuir, reducir, limitar, circunscribir, digo destruir. La pobreza es una enfermedad del cuerpo social como la lepra era una enfermedad de la miseria cuerpo humano que puede desaparecer como la lepra desapareció. Destruye la miseria! Sí, es posible! Los legisladores y los responsables políticos deben pensar en ello constantemente, ya que, en cuestiones como la posible no se hace, la tarea no se ha completado.
De todas formas, cuando veo que los aborígenes quieren recuperar sus tierras para volver a las tolderías, no sé si está al alcance de la humanidad desterrar la miseria cuando se lleva en el alma.
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